La diputada Acevedo la pasó mal ayer en la sesión
No pasó mucho de lo que uno espera ayer en la Cámara de Diputados, pero si hubo un incidente que podría catalogarse de divertido y bochornoso, según como se lo mire.
En la sesión de la Cámara de Diputados, adelanta para ayer por el feriado de hoy, se trató un proyecto del ultra brizuelista Juan Pablo Millán, quien pretendía que el Interbloque que gobierna la Cámara de diciembre del 2007, brinde un informe pormenorizado de su gestión.
La intención de Millán era clara, poner en evidencia errores que se cometen, habituales desde ya, pero “graves” cuando las cometen “otros”, en las sucesivas gestiones de “Kelo” Brizuela, Néstor Tomassi y Luis Barrionuevo; el más odiado de todos, sin lugar a dudas.
El proyecto fue bochado, no solo por la mayoría numérica de que dispone el Interbloque, sino porque hasta los mismos radicales, que dudaban de la iniciativa, se fueron parando y yéndose del recinto. Al final, cuando se anunció el destino del malogrado proyecto de Millán, la diputada Silvina Acevedo comenzó a quejarse diciendo “¡que papelón, que papelón!”; y así estuvo largo rato, para sufrimiento de los diputados del Interbloque y su habitual barra.
El tema pasó y todo continuó en forma normal hasta que Acevedo pasó cerca de los muchachos de la barra, alguno de los cuales le contestó sus chanzas sobre el papelón. “Papelón es venderle dulce podrido para que se le entregue a los pobres” se escuchó decir a alguno de los muchachos del tablón.
Tras esa sentencia, certera, definitiva, y hasta cruel, como son las sentencias populares, además de sonrisas en muchos, causaron molestia en la diputada Silvina Acevedo, y bastante. Al extremo que la Diputada invitaba al barrabrava a “salir a fuera”, aunque no se sabe bien para qué. La remató otra diputada, ésta del FPV, quien burlonamente decía en voz alta: “Ahí tienen las expresiones de la niña bien del FCS”. Fue un bochorno, pero divertido, depende de las preferencias políticas de cada uno.
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