La Cámara Minera de San Juan, la Cámara Argentina de Servicios Mineros (CASEMI), y el Grupo de Empresas Mineras Exploradoras de la República Argentina (GEMERA), preocupados ante los hechos de público y notorio acontecidos en la hermana República de Chile, quieren expresarse a la opinión pública haciendo saber:
Al igual que todos los ciudadanos, las Cámaras del Sector Minero nos sentimos halagadas de podernos adherir al júbilo que genera la noticia de la supervivencia de los 33 mineros chilenos en la Mina San José, Copiapó, Chile tras 17 días de esperar por su rescate.
Este hecho es un símbolo del trabajo mancomunado de todos los actores de una sociedad que siente la minería como una actividad principal de su economía, que compromete sus esfuerzos para la mejora continua y que reclama más y mejor minería para el crecimiento del país chileno. Que aprecia que los accidentes pueden ser previstos y que trata de fomentar mejores normas para proteger a sus empleados.
Al efecto, también queremos señalar a la opinión pública que esta experiencia es solo posible por la respuesta a los accidentes que nuestra industria posibilita. Que se puedan cuidar vidas a pesar de las condiciones de riesgos que se enfrentan. En síntesis, que la minería puede prepararse acordemente para eliminar riesgos tanto laborales, como ambientales. Que el agua que preservó durante tantos días la vida de estos mineros, es la misma que nuestros críticos en Argentina dicen que se contamina a más no poder solo por estar en una mina; que el aire que posibilitó que estas personas supervivan a 700 m de profundidad, dentro de una mina de mediana escala y con normas de seguridad seguramente mejorables, es el mismo que los detentores de verdades a medias y falacias en Argentina dicen que la minería torna irrespirable del otro lado de la frontera.
Nos alegramos por nuestros colegas y por sus familias, y a la vez le aseguramos a la comunidad toda, que el compromiso de los mineros con la seguridad laboral y las normas medioambientales es una constante en nuestra actividad. Un empleado que regresa sano a su casa en cada relevo de turno es nuestro principal compromiso con la sociedad. Y es el seguro que los mismos mineros ofrecen a sus familias como respaldo de su trabajo y su convencimiento con la actividad que no solo les ofrece posibilidad de crecimiento económico digno, sino la preservación de su vida y las condiciones de su familia.
Ante la adversidad, solo la esperanza, el optimismo y la tecnología con las normas seguras que lleva adelante la minería aseguran el mejor resultado. Sigamos posibilitando que nuestra minería segura y sustentable sea el vehículo para el crecimiento de nuestra provincia y nuestro País. Por otro lado Manuel Benítez. Titular de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), opinó sobre lo ocurrido en Chile en Diario Clarín.
El milagro ocurrido en Copiapó es un ejemplo para mantener las actitudes perseverantes frente a los avatares de la vida. Actitudes que se refuerzan con la convicción de que la faena de todos los días aún con la dureza de la tareas se hace para el mejor desarrollo de la gente y los países.
Que se haya logrado encontrar a un grupo de personas atrapadas a 700 metros de profundidad es un hecho inédito en el mundo. Y es importante destacar que se logró porque los equipos de perforación, idénticos a los que se utilizan en la Argentina, permiten alcanzar esa profundidad y tener un grado de precisión milimétrica, en este caso para ubicar a los mineros atrapados.
Hay factores inmediatos a destacar: la correcta información desde el punto de vista de planimetría disponible en las minas que permitió conocer dónde estaban los mineros atrapados; las previsiones que hicieron los dueños de la mina como los trabajadores en el lugar a los efectos de que ante un posible accidente tuvieran todos los elementos necesarios para acudir a un rescate ordenado, y sobre todo la fortaleza del minero para atravesar situaciones de esta naturaleza. En resumen: un ejemplo de trabajo responsable y entereza humana. Se observó también el acompañamiento de las comunidades que no son mineras y que generaron un reconocimiento al esfuerzo de los trabajadores. Las declaraciones del presidente Piñera, asegurando que “Chile entero está llorando de alegría y emoción”, no hacen más que reflejar el sentimiento de pertenencia y de respeto por quienes ejercen ese oficio.
La minería moderna es una actividad en la que se contemplan todas las vicisitudes. No solo el desarrollo en equipamiento, sino también el desarrollo en el capital humano son los factores esenciales que explican los nuevos tiempos del sector. Los mineros argentinos nos envolvemos en un abrazo con los mineros chilenos, orgullosos de representar la actividad que forma parte de la vida del hombre desde los albores de la civilización.
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