Según algunos medios provinciales aseguran de que la paz social volvió a la ciudad de Andalgalá en estos últimos días. La mirada más acertada en cuanto a realidad andalgalense te la damos nosotros…
En la cancha, en los boliches bailables, en los lugares de trabajo, en la plaza, en la iglesia y en cada esquina de ésta ciudad la gente convive diariamente a toda hora, pero decir que la paz social volvió a la perla del oeste suena demasiado a mentira o demasiada fantasía por parte de quienes aseguran esto.
En estos últimos días, la tensión sigue presente en la comunidad de Andalgalá, más todavía con la realización de la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas), que tuvo como escenario esta tierra y en ella estuvo presente gente de diferentes puntos del país, como las asambleas de Tucumán, La Rioja, Santiago del Estero, Salta, Jujuy y de diferentes partes del territorio Catamarqueño. Y sólo en el comienzo de la misma se observó el movimiento de los contratados de la empresa foránea agua rica.
Insultos, amenazas, miradas intimidatorias, pintadas con agresión y muchas otras cosas se ven día a día en Andalgalá. Y a pesar de todo, la gente que habita este suelo, y que en su gran mayoría no quiere la instalación de agua rica sigue expresándose libremente en contra del emprendimiento, aunque los funcionarios y el mismísimo gobierno en toda su ceguedad pretendan por la fuerza llevar a delante el proyecto como lo hicieron el pasado 15 de febrero, cuando enviaron a grupos especiales de infantería y geo kuntur a golpear a la gente o tal vez es toda una historia que sólo ellos la pueden ver ¡claro! Enviaron a grupos de choque porque allá en San Fernando, los funcionarios de Gobierno leen justo estos medios de prensa que de seguro imaginando como lo hacen, habrán manifestado que aquí había grupos de patovicas, asaltantes, secuestradores o la hinchada completa de Chacarita Juniors o algo por el estilo no les parece?... pero bueno, este tipo de cosas al final de la historia nos dejan simplemente una verdad sobre estos periodistas soñadores… que para mentir descaradamente, están pagados.
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