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domingo, 15 de noviembre de 2009

Este sábado se celebró el Día Mundial de la Diabetes


Bajo las premisas fundamentales de educar y prevenir se celebra este sábado 14 de noviembre del Día Mundial de la Diabetes en homenaje a Frederik Grant Banting, fisiólogo nacido el 14 de noviembre de 1891 quien junto con Charles Best logró aislar en 1921 la insulina. Gracias a este importante hallazgo, la diabetes dejó de ser una enfermedad mortal para transformarse en una controlable.



Hay en el mundo aun un gran número de personas que conviven a diario con los síntomas de la diabetes y desconocen que lo son por que se niegan a asistir a una consulta o control médico.



Una persona muere cada 10 segundos por diabetes y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los casos de diabetes, que afecta actualmente a 250 millones de personas en el mundo, se habrán duplicado para el 2030 si no se toman medidas extremas en relación al fomento de hábitos saludables de alimentación y actividad física. En la Argentina preocupa el sobrepeso en niños, que los convierte en candidatos a esta enfermedad.



Al no haber aun una conciencia generalizada en la población que esto significa un problema serio, muchas veces no hay control de esta enfermedad en etapas iniciales, el trastorno va camino a convertirse en una epidemia.



Esta patología es, en pocas palabras, una intolerancia a la glucosa. La diabetes tipo I es la que requiere inyectarse insulina porque el cuerpo no puede fabricarla. Generalmente se produce en chicos y adultos por debajo de los 30 años y se la conoce como diabetes juvenil.



La tipo II es la más frecuente y está asociada a la adultez y a otros trastornos metabólicos, como la obesidad. Es decir, un diabético es casi necesariamente obeso primero.



De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de Diabetes, se estima que 22 millones de niños en el mundo de menos de 5 años son obesos o tienen sobrepeso, poniéndolos así en un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo dos.



Los especialistas consideran según la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud que, si bien todos tenemos internalizada a la desnutrición como el mayor flagelo en la Argentina, el problema mas grave y urgente de abordar es la obesidad, ya que hay más chicos con problemas de sobrepeso que de desnutrición.



El sondeo, hecho en 2006, mostró que casi el 7% de los chicos de dos a cinco años sufren de obesidad, mientras que la desnutrición global afecta al 3,9% de esta población.



Asimismo, la encuesta mostró que en nuestra provincia cerca del 50% de la población tiene sobrepeso u obesidad. Estos datos implican que hay muchos chicos con un elevado riesgo de convertirse en diabéticos en un futuro no tan lejano



La tendencia que se observa es que por distintos motivos, están mucho más quietos, o en actividades sedentarias (mirando televisión, trabajando en la computadora), a lo que se suma que se suele permitir que coman comidas rápidas con alto contenido de grasas y azúcares, con muy bajo aporte de fibras (presentes en los vegetales, frutas y legumbres).



La suma de estos factores da como resultado mayor incremento de peso desde edades más tempranas y la falta de hábitos saludables. Todo esto hace que cada vez sea más frecuente encontrar niños no solo obesos, sino también con incremento en los valores de glucemia o azúcar en la sangre



Así, los niños argentinos comienzan a desarrollar prediabetes, diabetes I (que requieren insulina) y son candidatos, por el sobrepeso, a la diabetes tipo II.



Los niños que padecen diabetes tipo I, y que están descompensados, presentan síntomas característicos como mucha sed, orinar muy frecuentemente, incluso vuelven a orinarse en la cama, además pierden peso, están distraídos, siempre cansados, agotados, y pueden tener problemas en el colegio. Cuando los chicos están tratados correctamente, todos los síntomas desaparecen.



El desarrollo de la diabetes tipo 2 en personas jóvenes varía de una presentación lenta a severa. En el caso de los chicos, cuando se realiza el diagnóstico de este tipo de diabetes, entre el 80-90% de los niños son obesos y muestran pocos síntomas del trastorno.



¿Cómo puede saber si su hijo es diabético?



En la actualidad es sencillo el diagnóstico: con un simple análisis de sangre que puede realizarse en los centros de salud públicos o privados puede detectarse la enfermedad.

Un síntoma característico del cuadro previo a la diabetes, que es la insulino resistencia, son manchas en el cuello tipo collar y axilas. Por ello es importante prestar atención si el niño tiene exceso de peso cuando se baña o se viste, por que en la medida que ellos van ganando autonomía, los padres suelen perder el registro de estos signos, que pueden estar indicándonos una pre-diabetes.



¿Qué hago si mi hijo tiene diabetes?



En principio, se debe consultar con un especialista en trastornos metabólicos o un diabetólogo especializado en niños .El será quien determinara qué tipo de diabetes tiene, lo derivará al nutricionista para realizar la educación alimentaria diabetológica y le indicará las modificaciones necesarias a realizar en el estilo de vida, como así también los cuidados específicos a tener para evitar las complicaciones de la diabetes.



¿Cómo evitamos la diabetes?



Los alimentos que consumen los chicos y que favorecen la obesidad y la diabetes tipo 2 son las comidas rápidas consumidas repetidamente y en grandes porciones. Estas tienen exceso de grasas saturadas y azúcares, como las hamburguesas, las frituras, las golosinas, postres, alfajores, helados, los productos de panadería, las gaseosas comunes. Si a esto se le suma la inactividad física, se obtiene la fórmula que favorece las enfermedades que tendrán impacto directo sobre la salud cardiovascular (obesidad de tipo central, dislipemias, y por supuesto, diabetes. Disminuir este tipo de alimentos, y mejorar los buenos hábitos con consejos sencillos como incorporar tres frutas medianas por día y un plato de verduras de distinto tipo y color son el puntapié inicial para empezar a comer mejor. La actividad física en los chicos es fundamental, no alcanza con lo que se da en el colegio, deben hacer actividad sostenida tres veces por semana, una hora al menos. Si el niño tiene sobrepeso u obesidad el nivel de exigencia debe ser paulatino e ir incrementándose en función de las posibilidades para hacer de esto algo agradable y no provocar rechazo a la práctica deportiva.

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