La demagogia de Páez

El intendente de Andalgalá, Alejandro Páez, le pidió a la Justicia que realice un allanamiento en el yacimiento Agua Rica, pero no por nada ilegal que se esté produciendo allí, sino solamente para que el municipio a su cargo pueda participar y controlar el trabajo que realizará el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) para determinar el impacto que tendrán tanto ese emprendimiento como el de Filo Colorado en la zona de glaciares.

Por lo visto, Páez cree contar en su equipo de funcionarios con personal suficientemente idóneo para monitorear y hasta corregir eventuales desvíos, omisiones o anomalías en la tarea que llevarán a cabo los técnicos del organismo especializado. Está claro: el intendente andalgalense no tiene ni una pizca de confianza en el IANIGLA ni en nadie que se atreva a meter la nariz en su departamento, menos aún si se trata de minería. Lo más seguro es, no obstante, que su intención no sea otra que estorbar a los que saben y al mismo tiempo alardear con su preocupación por el impacto ambiental de los emprendimientos. Pero el juez Rodolfo Cecenarro le respondió que no hay problemas en realizar un allanamiento, siempre y cuando el municipio complete una serie de requerimientos ausentes en su presentación formal. Como el trabajo del organismo comenzó ayer y como seguramente el municipio se tomará su tiempo para responder a la Justicia, es altamente probable que la autorización salga cuando el relevamiento técnico se encuentre en marcha o, tal vez, a punto de finalizar.

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Dicho en otros términos, el allanamiento que pretende el intendente Páez no es más que una intentona demagógica. Porque es consciente de que no tiene gente capacitada para relevar glaciares ni para debatir o rebatir ningún análisis técnico del IANIGLA. Y además, desde una de las empresas ya le hicieron saber que no existen inconvenientes para que la comuna sea parte del trabajo de campo en el área en cuestión. Pero Páez necesita algo de espectacularidad. Como hacer su ingreso en Agua Rica con un oficial de justicia y “técnicos” propios en vehículos propios. Necesita mostrar que con él no se jode, que él no se debe a la minería sino a la gente que lo votó por ser, en aquel momento, un candidato de la antiminería. Sin embargo, no tiene ningún prurito en echar mano a los millonarios recursos que le proporciona la minería a su distrito para gastarlos a discreción, sin apego a lo que establecen las normas sobre el destino de los fondos. Ocurre que Páez no ha podido en estos años que lleva al frente de la comuna resolver sus contradicciones sobre la minería. Llegó al poder de la mano de Pino Solanas y los ambientalistas lugareños, y cada vez que puede reniega a su modo contra la minería –quizás para tratar de mantener algunos de sus viejos adeptos-, aunque no así de los jugosos recursos que recibe. Su personalidad es extraña. Sería algo así como un antiminero ideológico y al mismo tiempo un prominero pragmático. Una suerte de político bipolar.
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Páez, además, está al frente del municipio que más dilapidó los recursos de la minería en los últimos años. Y no fueron migajas. Entre 2004 y 2011, los departamentos de Andalgalá y Belén –los más favorecidos por el reparto que fija la ley- recibieron 150 millones de pesos cada uno en concepto de regalías, es decir, el 88% del total que se distribuyó entre todos los departamentos. Pero ni Andalgalá ni Belén invirtieron esos millones en su futuro, o sea, en lo que quedará allí cuando la minería desaparezca. De hecho, hace unos días el intendente Páez logró que el Concejo Deliberante le apruebe una ordenanza para destinar 24,5 millones a la construcción de calles y veredas con fondos de las regalías. Al parecer, ésa es su idea acerca de cómo reconvertir la economía de la Perla del Oeste el día que en sólo queden los socavones de la gran minería. No parece interesarle si los jóvenes tendrán trabajo ni qué sucederá con el sector productivo, hoy muy deprimido. En suma, de qué vivirán los andalgalenses dentro de algunos años. Eso sí, mientras tanto, Páez montará su pequeño circo con el relevamiento de los glaciares. No vaya a suceder que la bella ciudad de Andalgalá sea arrasada en algún tiempo remoto por aludes de nieve y barro por culpa de la explotación minera.

http://www.elancasti.com.ar/opinion/La-demagogia-de-Paez-20130906-0079.html