El episodio tuvo lugar, según palabra del trabajador de prensa, a las 11 de la mañana en la puerta de la comisaría Departamental. "Mientras esperaba el parte de prensa policial, él (o sea Castro) terminaba de dar una entrevista a los demás medios, se acercó y muy bajo me dijo que yo había dicho que él me tenía miedo a lo que yo le dije que jamás dije eso, él me dijo que ya nos íbamos a encontrar en algún lugar y que ya iba a ver así que me acerqué y le pregunté qué iba a pasar cuando nos encontremos y el respondió que yo no hablara de él porque ya iba a ver", relató Reinoso.
El enojo del funcionario se habría generado en el hecho de que días antes, una vecina criticó al intendente Perea y a Castro por sus malas atenciones en la mencionada emisora, y éste, al encontrarlo en la calle le dijo algunas palabras en forma prepotente, entre esas, que en esa radio se hablaban "pelotudeces" a lo que Reinoso le aclaró que lo que se dijo, lo dijo la denunciante y no el medio y le ofreció el derecho a réplica a lo que el funcionario no quiso acceder.
Reinoso, dando a conocer lo sucedido dijo que "no tengo drama en dialogar con Castro siempre y cuando sea con respeto y no prepotentemente como ocurrió y que él (por Castro) era funcionario del pueblo y debía dar el ejemplo como tal, y que por sus actos, tendrá que rendirle cuentas al pueblo", que fue, lo que le molestó a Castro, que ha tenido a lo largo de sus funciones muchas críticas por parte de vecinos por su mal desempeño en esa área fundamental.
Por lo que sabemos, Reinoso ya radicó la denuncia contra el funcionario y se espera que la justicia tome acciones contra este tipo de personas que creen que pueden insultar y amenazar a quien sea mostrando la triste chapa de funcionario, y debe entender que al serlo, está expuesto a que la gente le pida rendición de cuentas permanentemente, sin que ello sea motivo de enojo y mucho menos de veladas amenazas.
La cuestión de fondo es que los trabajadores de prensa no tienen descanso ya que hay muchos antecedentes de agresiones físicas y verbales sin que nadie haga nada para poner fin al peligro que significa trabajar en prensa en la ciudad de Andalgalá en donde se supone que son pocos y se conocen mucho. Reinoso puso la denuncia y, conociendo el paño, podemos asegurar desde ya que nada se hará en su defensa.
Esperamos equivocarnos, por el bien la civilización.
Fuente Catamarca Actual